Entonces por lo que veo todas las marcas trabajan igual. En Renault se llaman OTS (Operación Técnica de Servicio) y hay de varios tipos, unas urgentes en las que llaman al cliente para que se pase por el taller lo antes posible (cosas que afectan a la seguridad o que pueden provocar averías realmente serias), otras OTS las aplican a todo el mundo pero sólo cuando llevan el taller oficial a una revisión o cuando el cliente se entera y se pasa por el taller, y otras que sólo aplican como tú dices cuando el cliente se queja, es decir, la marca sabe del problema pero no dice ni mu mientras el cliente no se queje.
El tema es que la línea entre lo que es importante y lo que no es muy delgada, porque lo que no es importante hoy lo puede ser mañana. A modo de ejemplo, el Megane que yo compré en su día tenía un problema con el turbo, que lo reventaba con gran facilidad. Sacaron una OTS de esta que os digo pero a los clientes no les decía ni mu. Sólo si el turbo petaba antes de 5 años o 150.000km, y el cliente había pasado todas las revisiones en taller oficial, lo aplicaban (imagináos como sería la cosa de cantosa, que la marca lo asumía en esas condiciones incluso después de los dos años de garantía obligatorios por ley, porque en aquella época Renault no daba garantía adicional a menos que la contratases). Fui afortunado porque, ante la avalancha de casos (y las consiguientes pérdidas de imagen y económicas para la marca) hicieron un rediseño del tema y cuando yo me compré el coche ya no petaban los turbos. Pero yo compré el coche sin saber toda esta película, me enteré después.
En todos los sitios cuecen habas. Y por este mismo motivo creo que jamás me compraré un coche recién salido al mercado, es más, me lo compraré al final de su vida útil. Lo sacaré más barato y además con menos fallos, que hagan otros de conejillos de indias.
Saludos.