Hola a todos/as otra vez:
Sigo aprendiéndome el Niro. Espero que no os incomode mi pequeña parrafada, pero creo que el foro está para compartir experiencias con este coche y, a veces, hay que extenderse un poco.
Yo vivo en una pequeña ciudad junto a una autovía. Desde que tengo el Niro he tomado la costumbre de dar un rodeo para ir a casa, siempre escuchando mis canciones favoritas que he guardado en el pen-drive: tomo una salida de un kilómetro con curvas en subida (en modo sport) accedo a la autovía desde una raqueta, enlazando con un tramo en pronunciada bajada (viendo la puesta de sol, si es por la tarde) que recorremos (el coche y yo) de manera silenciosa y majestuosa en modo EV. Cuando acaba la bajada salgo de la autovía sin dejar el modo EV y me incorporo a la antigua carretera nacional para volver a casa; este último tramo lo hago mitad EV y mitad ECO.
No llega a los cinco kilómetros, pero es una gozada. Con mis anteriores coches nunca se me ocurrió algo parecido. ¿A alguno de vosotros le ha sucedido algo similar?
Pero además de las sensaciones, están los números. Ya le he hecho más de 11.000 kilómetros a mi Niro Drive. A partir del kilómetro 7.000 he apuntado kilómetraje, repostajes y consumo. Mis cifras, después de un uso ciudadano, con un viaje largo de 1.200 kilómetros ida y vuelta a tope de carga y cruceros por autovía 120-135 y otros diez viajes de 150 kilómetros hasta los 11.139 kilómetros, son las siguientes:
224,51 litros de gasolina. (total de combustible repostado, sumando lo que había en el depósito al llenar a los 7.000 kilómetros)
4.139 kilómetros recorridos (según el indicador, quedan 156 kilómetros de autonomía)
Aquí no puede haber trampa ni cartón, esa es la gasolina que le he metido al coche y los kilómetros que he recorrido.
Han sido casi cinco depósitos, si sumamos los 156 kilómetros de autonomía; bueno, pongamos 100, obtendremos que con cada depósito he hecho, de media, 847’8 kilómetros; lo que supone 5’24 litros de consumo cada 100 kilómetros para todo el periodo de 4.293 kilómetros.
El consumo más alto que le he visto en cada repostaje ha sido de 5´9 (en el viaje por autovía). El resto de los repostajes se han hecho con cifras de consumo medio de 4´5, 4´8, 4´7 y 4´8 litros por cada 100 kilómetros.
Con estos datos, calculo que mi paseo cotidiano de cinco kilómetros me supone un gasto de unos 35 céntimos en combustible. En mis coches anteriores me costaría casi un euro. Pero nunca lo calculé, porque con esos coches no me merecía la pena dar un rodeo tan tonto.
Además, si hubiera seguido con mi anterior coche, un diesel, me hubiera gastado 200 euros más de combustible en esos mismos 4.293 kilómetros. Así que considero que puedo darme el lujo.
Aquí abajo, el Niro de mis ojos.
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