Braun
Forero Activo
- Vehículo/s
- KIA Sportage 1.6 Diesel MHEV Drive
Saludos. Me vais a permitir algunas reflexiones sobre los modos de conducción tras un par de meses y 6000 kms con mi nuevo Sportage. Quizá sólo sean válidas para coches con cambio manual, no lo sé (en mi caso Diésel MHEV 136CV).
Vengo de un Opel Vectra Diesel 120CV que tuve que jubilar con casi 480.000 kms. y que iba finísimo de motor y suficiente de potencia. Puede no parecer mucho, pero ya sabéis que un diésel tiene más par que un gasolina. Y mi estilo de conducción es tranquilo.
Antes de comprar el Sportage, evidentemente lo probé. No deseaba una gran potencia pero sí tener la seguridad de que no compraba un coche que me hiciera echar de menos el comportamiento de motor del vehículo que dejaba atrás.
Tengo que decir que al principio las sensaciones con el Sportage fueron algo decepcionantes (siempre comparando con el Vectra). Algo lento y pesado, sobre todo en circulando en autovía (hago unos 60 kms mínimos al día), al límite de la velocidad legal y en algún momento en que, por adelantar o alguna circunstancia del tráfico, necesitaba un poco más de empuje. Este llegaba pero… algo más tarde de lo que me gustaría. Ramplón.
Y me faltaba esa agilidad en el comportamiento del motor que, sin ser gran cosa y sin buscar un perfil deportivo, tenía mi coche anterior. Algo que no me explicaba ya que el Sportage solo pesa 90 kgs más, aunque con 16CV más y más par.
En mi caso (y como he leído aquí a otros foreros) solía emplear los modos eco o normal casi todo el tiempo. Y el sport, muy ocasionalmente.
Y ahora creo que, en términos generales, esa forma de gestionar los modos es un error. Espero explicarme: el opel Vectra no tenia modos de conducción. Y esa es la clave. Yo compré un coche con 120Cv y par x (no lo recuerdo) y ese era el comportamiento del motor. Siempre.
El Sportage tiene modos de conducción. Y cada vez tengo más claro que los 136CV y los 320 nm de par por los que he pagado, es decir, el coche que he comprado es el Sportage en modo sport. Por lo que he podido probar, el resto de modos minoran la potencia y la respuesta del motor. Lo limitan. Y tiene lógica: por más electrónica, un motor de x potencia no podrá tener más. Todo ello sin contar con mapeados especiales que creo que pueden llevar la maquinaria más allá de lo que su diseño y materiales permiten, pero no hablo de ese escenario, sino de los modos que el coche trae definidos.
Quiero decir que, si has comprado un coche de 136 ó 230 ó 260CV… esa experiencia de conducción, ese coche por el que has pagado… es el vehículo en modo sport. El resto de modos, limitan esas especificaciones máximas y con esos modos seleccionados, ya no estarás disfrutando de esa motorización que elegiste.
El modo sport equivale a ese único modo que tenían los coches de antes, el modo único de mi opel Vectra. Antes no te vendían 120CV y te daban un coche con una mecánica “adormecida” electrónicamente para atenuar el consumo.
Por ello, desde que me percaté, siempre que circulo por autovía, pongo el modo sport. Y aquí viene la sorpresa, al menos en mis dos trayectos diarios de 30 y pico de kilómetros: no aumenta el consumo. A velocidad legal de 120 kms/h, con control de velocidad, el consumo no aumenta significativamente. Y cuando tengo necesidad de pisar para adelantar o porque venga alguno muy rápido por detrás, etc. la respuesta no tiene NADA QUE VER con la conducción en los otros modos. El nervio, rapidez de reacción y empuje (al menos para mis necesidades y sensaciones) es muy distinto. Y con un consumo medio por trayecto de unos 4,7 - 5 l a la Ida y 5,7 - 6 l a la vuelta. Muy razonables (en mi trayecto concreto, no pretendo generalizar estos consumos).
Conclusión: disfruto de los 136CV en modo sport. El resto de modos limitan la respuesta del motor. Para eso… hubiera pagado menos por un 115CV, algo que no quise hacer.
Y así funciono. Y cada día estoy más contento con el coche que he comprado. Uso modo eco con limitador en ciudad (es curioso como me bajan los consumos con el limitador) y el sport con control de velocidad en carretera. Casi siempre circulo por autovía. Y disfruto de un coche que tiene la respuesta que necesito sin perjudicar el consumo.
Estas son mis sensaciones y mi consejo (al menos para vehículos con transmisión manual, no sé si extrapolables a otras motorizaciones). Dejad de usar el modo sport como mera curiosidad o en momentos puntuales. En carretera, a velocidad constante y legal, no afecta al consumo y en momentos de acelerar, se notará el mayor gasto pero será puntual y tendréis un comportamiento mucho mejor: el del coche que realmente comprasteis, sin limitaciones artificiales.
Disculpad el ladrillo
Vengo de un Opel Vectra Diesel 120CV que tuve que jubilar con casi 480.000 kms. y que iba finísimo de motor y suficiente de potencia. Puede no parecer mucho, pero ya sabéis que un diésel tiene más par que un gasolina. Y mi estilo de conducción es tranquilo.
Antes de comprar el Sportage, evidentemente lo probé. No deseaba una gran potencia pero sí tener la seguridad de que no compraba un coche que me hiciera echar de menos el comportamiento de motor del vehículo que dejaba atrás.
Tengo que decir que al principio las sensaciones con el Sportage fueron algo decepcionantes (siempre comparando con el Vectra). Algo lento y pesado, sobre todo en circulando en autovía (hago unos 60 kms mínimos al día), al límite de la velocidad legal y en algún momento en que, por adelantar o alguna circunstancia del tráfico, necesitaba un poco más de empuje. Este llegaba pero… algo más tarde de lo que me gustaría. Ramplón.
Y me faltaba esa agilidad en el comportamiento del motor que, sin ser gran cosa y sin buscar un perfil deportivo, tenía mi coche anterior. Algo que no me explicaba ya que el Sportage solo pesa 90 kgs más, aunque con 16CV más y más par.
En mi caso (y como he leído aquí a otros foreros) solía emplear los modos eco o normal casi todo el tiempo. Y el sport, muy ocasionalmente.
Y ahora creo que, en términos generales, esa forma de gestionar los modos es un error. Espero explicarme: el opel Vectra no tenia modos de conducción. Y esa es la clave. Yo compré un coche con 120Cv y par x (no lo recuerdo) y ese era el comportamiento del motor. Siempre.
El Sportage tiene modos de conducción. Y cada vez tengo más claro que los 136CV y los 320 nm de par por los que he pagado, es decir, el coche que he comprado es el Sportage en modo sport. Por lo que he podido probar, el resto de modos minoran la potencia y la respuesta del motor. Lo limitan. Y tiene lógica: por más electrónica, un motor de x potencia no podrá tener más. Todo ello sin contar con mapeados especiales que creo que pueden llevar la maquinaria más allá de lo que su diseño y materiales permiten, pero no hablo de ese escenario, sino de los modos que el coche trae definidos.
Quiero decir que, si has comprado un coche de 136 ó 230 ó 260CV… esa experiencia de conducción, ese coche por el que has pagado… es el vehículo en modo sport. El resto de modos, limitan esas especificaciones máximas y con esos modos seleccionados, ya no estarás disfrutando de esa motorización que elegiste.
El modo sport equivale a ese único modo que tenían los coches de antes, el modo único de mi opel Vectra. Antes no te vendían 120CV y te daban un coche con una mecánica “adormecida” electrónicamente para atenuar el consumo.
Por ello, desde que me percaté, siempre que circulo por autovía, pongo el modo sport. Y aquí viene la sorpresa, al menos en mis dos trayectos diarios de 30 y pico de kilómetros: no aumenta el consumo. A velocidad legal de 120 kms/h, con control de velocidad, el consumo no aumenta significativamente. Y cuando tengo necesidad de pisar para adelantar o porque venga alguno muy rápido por detrás, etc. la respuesta no tiene NADA QUE VER con la conducción en los otros modos. El nervio, rapidez de reacción y empuje (al menos para mis necesidades y sensaciones) es muy distinto. Y con un consumo medio por trayecto de unos 4,7 - 5 l a la Ida y 5,7 - 6 l a la vuelta. Muy razonables (en mi trayecto concreto, no pretendo generalizar estos consumos).
Conclusión: disfruto de los 136CV en modo sport. El resto de modos limitan la respuesta del motor. Para eso… hubiera pagado menos por un 115CV, algo que no quise hacer.
Y así funciono. Y cada día estoy más contento con el coche que he comprado. Uso modo eco con limitador en ciudad (es curioso como me bajan los consumos con el limitador) y el sport con control de velocidad en carretera. Casi siempre circulo por autovía. Y disfruto de un coche que tiene la respuesta que necesito sin perjudicar el consumo.
Estas son mis sensaciones y mi consejo (al menos para vehículos con transmisión manual, no sé si extrapolables a otras motorizaciones). Dejad de usar el modo sport como mera curiosidad o en momentos puntuales. En carretera, a velocidad constante y legal, no afecta al consumo y en momentos de acelerar, se notará el mayor gasto pero será puntual y tendréis un comportamiento mucho mejor: el del coche que realmente comprasteis, sin limitaciones artificiales.
Disculpad el ladrillo