Os comento mi experiencia real con mi kia optima de 2017. Os resumo el particular calvario pasado.
A los 90.000 km empieza a darme avisos de alarma del sistema de escape. El coche, en garantía, empiezan las visitas al concesionario. Me van cambiando piezas y el tiempo sigue pasando. La avería, sigue apareciendo, con avisos y testigo de motor encendido. Siempre con la misma avería "sistema de escape".
En bastantes ocasiones tengo que dejar el coche en el taller y pagar un coche de sustitución o buscarme la vida (en algunas, pocas, el concesionario creo que por pena, me dejó un vehículo sin coste).
La avería sigue produciéndose y llego a los 150.000 km. Por trabajo, hago bastantes kilómetros a la semana y vence la garantía.
Con la garantía vencida, seguimos con la misma dinámica, sigue apareciendo la avería, visita concesionario, reparación, y al poco tiempo, de nuevo, testigo de motor y mensaje de alarma del sistema de escape.
Ahora ya sin garantía, me hacen una atención comercial que tuve que pagar la mano de obra.
Nuevamente, a los pocos días aviso de problema de sistema de escape, y finalmente testigo de motor encendido.
Visita al taller. ¿Qué hay que cambiar una sonda y que lo tengo que pagar yo?. Cámbiese.
Cambiada la sonda, ahora hay que sustituir el filtro de partículas. Un presupuesto de 2.000 € y que lo tengo que pagar yo.
Hasta aquí llegó mi paciencia. Todo tiene un límite. Innumerables visitas al taller, siempre la misma avería y una vez terminado el periodo de garantía Kia se desentiende.
No se si es culpa del taller del concesionario de no tener la diligencia suficiente como para dar con la causa y haber reparado la avería mucho antes o que no hay forma de saber el por qué se produce la avería, pero lo cierto es que al final el que se tiene que tragar los trastos rotos es el consumidor.
Os traslado mi experiencia por si alguien se ve en la misma situación que sepa a qué conduce cuando finalice la garantía y qué se va a encontrar.
Ya tengo asumido que tengo que hacer frente al coste de una reparación arrastrada desde mucho antes vencer la garantía y que la marca se desentiende, pero Kia se ha encontrado con un cliente insatisfecho y que no volverá comprar un coche de esa marca (había pedido ya una prueba del Kia EV3). Además, a todo el que quiera escuchar mi experiencia estaré encantando de contársela.
Por si os sirve para no tener que pasar por algo así.
A los 90.000 km empieza a darme avisos de alarma del sistema de escape. El coche, en garantía, empiezan las visitas al concesionario. Me van cambiando piezas y el tiempo sigue pasando. La avería, sigue apareciendo, con avisos y testigo de motor encendido. Siempre con la misma avería "sistema de escape".
En bastantes ocasiones tengo que dejar el coche en el taller y pagar un coche de sustitución o buscarme la vida (en algunas, pocas, el concesionario creo que por pena, me dejó un vehículo sin coste).
La avería sigue produciéndose y llego a los 150.000 km. Por trabajo, hago bastantes kilómetros a la semana y vence la garantía.
Con la garantía vencida, seguimos con la misma dinámica, sigue apareciendo la avería, visita concesionario, reparación, y al poco tiempo, de nuevo, testigo de motor y mensaje de alarma del sistema de escape.
Ahora ya sin garantía, me hacen una atención comercial que tuve que pagar la mano de obra.
Nuevamente, a los pocos días aviso de problema de sistema de escape, y finalmente testigo de motor encendido.
Visita al taller. ¿Qué hay que cambiar una sonda y que lo tengo que pagar yo?. Cámbiese.
Cambiada la sonda, ahora hay que sustituir el filtro de partículas. Un presupuesto de 2.000 € y que lo tengo que pagar yo.
Hasta aquí llegó mi paciencia. Todo tiene un límite. Innumerables visitas al taller, siempre la misma avería y una vez terminado el periodo de garantía Kia se desentiende.
No se si es culpa del taller del concesionario de no tener la diligencia suficiente como para dar con la causa y haber reparado la avería mucho antes o que no hay forma de saber el por qué se produce la avería, pero lo cierto es que al final el que se tiene que tragar los trastos rotos es el consumidor.
Os traslado mi experiencia por si alguien se ve en la misma situación que sepa a qué conduce cuando finalice la garantía y qué se va a encontrar.
Ya tengo asumido que tengo que hacer frente al coste de una reparación arrastrada desde mucho antes vencer la garantía y que la marca se desentiende, pero Kia se ha encontrado con un cliente insatisfecho y que no volverá comprar un coche de esa marca (había pedido ya una prueba del Kia EV3). Además, a todo el que quiera escuchar mi experiencia estaré encantando de contársela.
Por si os sirve para no tener que pasar por algo así.