
El Kia cee’d llega a su segunda generación con el objetivo de situarse entre los top ventas del segmento de los compactos de gama media. Es de todos conocido que cuando se lanzó al mercado en 2007 sorprendió tanto a la prensa especializada del motor como al público en general. Se trataba del primer compacto coreano íntegramente producido y diseñado en/para Europa. Un vehículo que supuso el inicio del cambio para Kia, tanto a nivel de diseño como de calidad.
En nuestro mercado ha sido durante mucho tiempo el modelo de la gama Kia del que más unidades se han vendido, siendo superado desde finales del año pasado por el nuevo Kia Sportage. La nueva generación del cee’d es totalmente diferente a la anterior, tanto a nivel de diseño, como tecnológico y de calidades. Supone un avance espectacular, que demuestra la capacidad de los coreanos para reinventarse a sí mismos y volver a sorprender tanto a sus competidores como a sus clientes más fieles.

Exterior
Lo primero que llama la atención, si miramos el frontal, es su nariz de tigre. Peter Schreyer, diseñador jefe de Kia, nos vuelve a sorprender con un diseño que transmite una personalidad única al modelo y que nos enamora desde el primer momento. Las ópticas alargadas, que avanzan a lo largo del lateral, aportan fluidez al diseño.
El lateral presenta una línea que puede recordarnos a la del Opel Astra, mostrando una silueta deportiva, que sumada al diseño de los retrovisores con el intermitente integrado y la línea cromada que surca el contorno de los cristales da a la zaga un aspecto más habitual en modelos de segmentos superiores . El emotion equipa unas llantas de pulgadas con un diseño elegante, también incorpora el plegado automático de los retrovisores quedando estos ubicados igual que en el Kia Optima. Por último, otro detalle que nos ha llamado la atención es la iluminación inferior de los retrovisores y la interior de las manillas delanteras de las puertas. De noche la imagen que ofrece se podría definir como de nave espacial, lo que seguro hará que más de uno que pase cerca del cee’d gire la cabeza para mirar el espectáculo de luces.
La trasera ofrece una imagen neutra. Cumple su función y pone fin a un diseño que promete agradar a un número importante de clientes potenciales. Si nos ponemos a criticar algún detalle, creo que todos coincidiréis conmigo en que la cámara de marcha atrás llama la atención. Está ubicada en una posición que nos da a entender que no debería estar allí. Indagando en el porqué de esto hemos descubierto que se debe a un problema con Hyundai. La marca hermana no ha querido ceder la tecnología que emplea el i30 para ocultar la cámara debajo del logo. Esto ha conllevado que Kia tuviera que pensar donde colocarla sin afectar al ángulo de visión de esta.
Este nueva generación del cee’d tiene 4,31 metros de longitud, 1,78 metros de anchura y 1,47 metros de altura. En comparación al modelo anterior es cinco centímetros más largo y un centímetro más estrecho y más bajo. La batalla permanece invariable, teniendo una longitud de 2,65 metros. Donde Kia ha realizado una laboral destacable es en su coeficiente aerodinámico, que pasa de 0,33 Cx a 0,30 Cx. Si lo comparamos con modelos como el Seat León (0,32) o el Renault Mégane (0,33) vemos que es inferior.

Interior
La nueva versión del cee’d ha dado también un enorme salto en su diseño interior. Nada más abrir la puerta nos damos cuenta que el fabricante coreano ha trabajado muchos los detalles. Se nota una gran solidez cuando accionamos la manilla de la puerta y también en su posterior apertura. En líneas generales podemos ver un interior funcional, sin grandes estridencias en sus formas, pero con una sensación clara de que su fin es hacernos disfrutar de cada viaje que realicemos a bordo. El tapizado en cuero de los asientos combina el negro y blanco, siendo este último color el predominante en el tapizado de las puertas.
Al sentarnos y cerrar la puerta nos centramos en los mandos que tenemos delante nuestro. El volante es lo primero que nos atrae por la gran cantidad de botones que en él se aglutinan. Podemos controlar diferentes elementos como el ordenador de a bordo, equipo multimedia o limitador de velocidad. Su forma redondeada huye de la achatada en la zona inferior, que otros fabricantes como Audi comienzan a emplear, lo que permite manejarlo con total comodidad. Su cuero tiene un tacto agradable y las manos no patinan cuando lo estamos manejando.
El cuadro de mandos central nos sorprende con un detalle propio de modelos de gama alta. Se presentan ante nosotros tres esferas, a la izquierda él cuenta revoluciones, a la derecha el indicador de combustible y en el centro una pantalla LCD. Esto nos dejó gratamente sorprendidos, sobre todo por la calidad de la misma, con una definición muy buena y un interfaz atractivo, pero sobre todo funcional. En esta pantalla aparte del indicador de velocidad vamos a poder visualizar también la información del ordenador de a bordo. Cuenta con las típicas informaciones sobre consumo realizado, distancia recorrida o cuantos kilómetros podemos hacer según la cantidad de combustible que tengamos. También se puede ajustar la dureza de la dirección eligiendo entre tres opciones que son Confort, Normal y Sport.
Los mandos situados detrás y a ambos lados del volante nos permiten controlar las luces, intermitentes o limpiaparabrisas. A la izquierda del salpicadero tenemos los mandos para controlarlos retrovisores y en la parte inferior el botón para regular la intensidad de la iluminación de la instrumentación junto al botón de aviso de cambio involuntario de carril, el cual nos avisará tanto en la pantalla LED (mostrando un dibujo) como con un aviso sonoro si nos cambiamos de carril de forma involuntaria.
Avanzando hacia la derecha por el salpicadero nos encontramos en la zona superior central un pequeño display en el que se muestra si el airbag de pasajero está desactivado, la hora, el indicador de puertas abiertas y la temperatura exterior. Bajando la mirada tenemos el navegador que cumple la función de centro multimedia y con el que podremos usar nuestro móvil conectándolo a través de bluetooth, escuchar nuestra música almacenada en un pendrive que conectaremos al usb o ver al cámara de marcha atrás cuando estemos aparcando. El climatizador es bi-zona y refrigera correctamente el habitáculo. Al final de la consola central tenemos un puerto usb, un conector Jack y una toma de 12V, a parte de un hueco en el que dejar la cartera o el móvil.

El freno de mano que equipa el nuevo cee’d es eléctrico y su funcionamiento es muy sencillo. Entre la palanca de cambios y el reposabrazos tenemos una tapa corredera debajo de la cual disponemos de dos posavasos. El reposabrazos se puede desplazar hacía adelante para que nos san más cómodos los largos trayectos, si lo levantamos nos encontraremos con otro espacio donde guardar cosas. La guantera tiene buen tamaño y está refrigerada, aunque no está tapizada. Tanto su apertura como su cierre se realizan con total suavidad.
En las plazas traseras tiene suficiente espacio para las piernas, mirando las medidas vemos que tiene unos pocos centímetros menos que un Golf, sin embargo es más ancho y alto que el alemán. Dos adultos podrán ir cómodos, ya que la plaza central tiene un mullido duro y es estrecha, lo que impide poder ir cómodo en trayectos largos. En las plazas traseras tenemos salidas de aire que disponen de regulación de flujo.
La iluminación en las plazas delanteras es buena gracias al generoso tamaño de las luces de lectura. Por desgracia las plazas traseras al equipar techo panorámico solo tienen dos pequeñas luces de lectura situadas a ambas lados y que solo se accionan si pulsamos en el botón que equipan y no cuando abramos las puertas.
Algo que seguro llegará a enamorar a todo aquel que viaje en el cee’d es su techo panorámico con apertura. El interior gana en luminosidad y su funcionamiento es muy sencillo, ya que la cortinilla también es eléctrica y todo se controla desde un botón situado en medio de las luces de lectura delanteras. El maletero tiene una capacidad de 380 litros y con las asientos posteriores abatidos de 1.318 litros, lo que le sitúa por encima de la media de los modelos de su segmento.

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