Pues alguien debería dirigirse con estas ideas a los fabricantes.
A veces una gran idea no la ve el que más sabe.
Esto me recuerda a los ingenieros aeronáuticos de una importante compañía de aviación que dialogaban sobre el continuo desprendimiento de las alas de un nuevo proyecto de avión a reacción precisamente allí donde se unían a la cabina de la aeronave mediante soldadura. No sabían qué más hacer.
La señora de la limpieza que andaba todos los días por allí, un día se atrevió a pensar en alto: “Pues no sé por qué no ponen unos agujeritos a lo largo de la soldadura”.
Los ingenieros que habían probado ya de todo, considerando una alternativa más de lo que en ámbito empresarial se llama tormenta de ideas, procedieron a poner en práctica la idea plagiada. Y ¡eureka!. La idea funcionó. La soldadura resistió.
Tras la prueba, el jefe del proyecto se dirigió a la Sra. de la limpieza al volver a verla y le preguntó que si tenía estudios en ingeniería industrial, aeronáutica u otra ciencia afín, a lo que ésta respondió: “No señor, es fruto de la vida misma. Estoy harta de ver que cuando se tira del papel higiénico éste se rompe por cualquier sitio menos por los dichosos agujeritos que trae para tal menester”.
Última edición por un moderador: 16 May 2019